Por Rubén Darío Rodríguez López (*)
En Santander, como en otras regiones, hay términos que solo utilizamos y entendemos los que vivimos en ellas, pero sobre todo, nos dan identidad y nos caracterizan particularmente. "Pingo", para nosotros es sinónimo de bobo, pendejo, estúpido, huevón, etc. Es muy común en nuestra región escuchar la frase "no nos crean tan pingos mano", "pero Ud. si es pingo mano", para decir que "no nos crean tan bobos" o "Ud. si es bobo".
Los últimos acontecimientos en Colombia, en Santander y en nuestra pequeña provincia, demuestran que, al parecer, nuestros políticos y gobernantes ya "no nos creen pingos", sino que saben que "somos pingos".
Los escándalos de corrupción que cada día se destapan y van a seguir destapándose, han generado reacciones de diferentes tipos, los unos recogiendo firmas para convocar referendos para hacer leyes que acaben con la corrupción, como si hoy por hoy no existieran infinitas leyes (muertas) para castigar a tanto corrupto que anda suelto y que al final, nuestros legisladores acomodarán o ajustarán según su conveniencia o según el delito que tengan que enmascarar. Por lo tanto, un referendo para acabar la corrupción, puede que llame la atención y tenga algún efecto de forma, pero de fondo no tendrá ningún resultado diferente al de el acomodo de las leyes. Sin embargo, "mano, no sea pingo, firme".
Otros, han convocado a marchas contra la corrupción, pero se les olvidó el pedacito, que para uno liderar cualquier tipo de movimiento ciudadano o cualquier iniciativa popular debe tener la autoridad moral para hacerlo. Me da mucha pena con los amigos Uribistas y Ordoñiztas, pero que estos dos manes vengan hoy por hoy a alzar las banderas "anticorrupción" y comerse uno el cuento, "eso si es uno mucho pingo mano". Podrán tener razón en muchas de sus propuestas, podrán ser unos verdaderos "carroñeros de la política", pero estoy completamente seguro, como muchos colombianos, que son unos lobos con cara de oveja.
Pero nosotros "somos mucho pingos, mano" nos dejamos meter en la pelea de estos burros (Santos, Uribe, Ordoñez, etc.) y terminamos enfrentándonos con los amigos del pueblo, y ellos tomando tintico, o valeriana, o wiski en cuanto club bogotano existe. Sépalo "mano", que las decisiones de nuestro país, de nuestro Departamento y de nuestros Municipios, se toman alrededor de un grupo de "políticos-inversionistas", al calor de unos tragos y de unas hermosas chicas en un lujoso club social y no precisamente en los recintos del congreso, de la asamblea o de los concejos.
"Mucho pingos, mano" los que se dejan llevar por cualquier información que llega a nuestro correo, o a nuestro muro de Facebook, o de cualquier "meme" (palabra utilizada para las caricaturas de hoy) o de cualquier montaje y con base en ellos toma posiciones, o, peor aún, toma decisiones que tienen que ver con nuestro desarrollo.
Se insulta, se maldice, se reniega, se riegan en amargura, salen a gritar, a agitar bandera, a multiplicar y compartir cuanta maldad llega a sus redes sociales, sin darse cuenta que al final, el pueblo (o sea nosotros) somos los que pagamos de nuestro bolsillo, todos los platos rotos, todos los chanchullos, todos los acomodos, todas las patrañas, toda la mermelada que desde la Presidencia, las Gobernaciones y las Alcaldías, junto a toda la cuadrilla de ministros, asesores y secretarios hacen y deshacen en tan solo 4 o tal vez 8 años de poder que les damos a través del voto popular. "Se roban hasta un hueco".
En nuestra sufrida "Málaga", y digo sufrida porque ha tenido que llevar con el desgreño, la ineptitud y la corrupción de muchas administraciones en los últimos años, "nos creen pingos mano". El Alcalde y un grupo de inversionistas (colaboradores de la campaña), han montado un negocio disfrazado de "Concesión" dizque para optimizar y mejorar el sistema del alumbrado público.
Nadie está en contra de que se mejore el servicio de alumbrado público en la ciudad y claro, que mejor para la seguridad y el ornato un excelente servicio; pero eso no justifica que se monte un negocio vitalicio, para sacrificar a la comunidad o mejor a los contribuyentes que terminarán pagando de su bolsillo durante mucho tiempo al garete de los concesionarios privados.
Tiene y debe haber una figura jurídica, que le permita al Municipio hacer eficiente este servicio, bien sea de manera netamente pública o mixta, que genere tanto la capacidad técnica como económica de sostener este servicio y que sus rendimientos o excedentes sean reinvertidos en la red de alumbrado, en cobertura o en otro servicio que la ley permita, y no sujetar a la comunidad que la única salida es entregar la operación del servicio a una entidad privada, que nunca retribuirá sus rendimientos en los bienes públicos.
Lo peor de lo anterior, es que es un secreto a gritos, que esa futura concesión ya tiene dueño. Alcalde y Algunos Concejales, "No nos crean tan pingos, mano"; la comunidad hoy por hoy no traga entero. Reconozcan que en la reunión de socialización (que realizaron en el auditorio del Colegio del Rosario, después que se les cayera el acuerdo en el Concejo y no antes de presentarlo para su aprobación, gracias a la presión de la Comunidad y uno que otro Concejal sensato), la gran mayoría estuvo en desacuerdo de la propuesta de privatización a través de la Concesión.
Podrán tildarnos (y me incluyo, por lo que expreso en esta columna) de retrogradas o antiprogresistas. Lo pueden hacer si quieren, pero lo que no pueden seguir creyendo, es que la comunidad no se da cuenta de la falta de transparencia que ha tenido este proceso, que se hizo el intento de pasar de agache con la opinión de la gente y que se ha hecho y me imagino que se hará hasta lo imposible por llevar a buen final, éste gran negocio para el beneficio de unos cuantos.
Se aproximan las elecciones de Senado, Cámara y Presidencia y estoy seguro que muchos Colombianos y sobre todo "paisanos", se harán los "pingos" y les importará un bledo lo que está sucediendo con la corrupción y caeremos como siempre en las mieles de la mermelada y en la fascinante tramoya electoral y volveremos a ver desfilar a los políticos más cuestionados y más corruptos por nuestros municipios, diciéndonos que ellos son los que pueden acabar con su propio invento y al final votarán por los mismos de siempre. Amanecerá y veremos. "No seamos pingos, mano".
PD. Señores Alcaldes, no se "hagan los pingos" con los Esquemas de Ordenamiento Territorial (EOT) y los Planes de Atención y Prevención de Desastres, no sea que por falta de prevención y por su omisión, tengamos un "Mocoa" anunciado en la provincia.
(*) ZOOTENCISTA. ESP. ALTA GERENCIA